Hay tópicos recurrentes que identifican ciertas líneas de pensamiento o de acción. El romanticismo reúne, entre otras, la libertad o la muerte, pasando por el amor, la patria, lo popular, etcétera. Pero más allá de temas que bien podrían aparecer en otras corrientes artísticas, ¿cuáles son los planteamientos teóricos y las problemáticas contextuales que dieron origen al movimiento romántico?
La segunda pregunta tiene una solución más fácil, al menos en lo relacionado con las letras. Sucedía que El campo literario europeo del Siglo XVIII estaba fuertemente influido por la tendencia clasicista, cuya mayor particularidad fue el uso de las formas clásicas y desarrollo de los tópicos empleados por los poetas griegos o latinos. La literatura que se produjo en este tiempo es identificable por el uso muy riguroso de los metros y la exaltación total de la razón. El romanticismo nació como oposición a esta corriente artística. No es que los escritores románticos hayan rechazado la razón, más bien sucedió que a este elemento le sumaron los sentimientos.
Respecto a la teoría filosófica del romanticismo, Menene Gras Balaguer comentó que es difícil ubicar filósofos cien por ciento románticos. Aunque si se pretende encontrar pensadores que hayan dado pie al romanticismo, sin duda es necesario buscar en el Idealismo de Kant y posteriormente en J.G. Fichte.
Este último se abocó a la formación del género humano, para la cual los artistas no sólo se concentran en el entendimiento o en el corazón, sino en la totalidad. Entonces tenemos que las personas ahora son una imagen del universo. Es decir, el mundo exterior se ubica completamente dentro del hombre en “el interior de la humanidad y en ninguna otra parte. Luego el arte bello conduce al hombre hacia sí mismo y hace que se sienta ahí como en su propia casa. Lo libera de la naturaleza dada y lo pone como ser autónomo y que existe sólo para sí”
Es por demás interesante la noción de naturaleza dada, ya que según el alemán, el artista debe concebir un mundo que no sea dado, más bien que esté dado. Lo anterior implica cierta temporalidad en las cosas que nos rodean y que éstas pueden ser cambiadas si se desea. Asimismo, existe en Fichte el pensamiento de que el mundo tiene dos caras: en una todo se ve limitado y sometido; mientras que en la otra, la de acción ideal, todo es libre y vivo. Naturalmente el poeta, el músico o el pintor prefieren el segundo rostro.
Sobre la libertad Ramón Xirau explicó que en el pensamiento de Fichte se identifica una oposición entre el Yo y el No-yo, donde el Yo es un Yo universal del que se desprenden las conciencias individuales, y con ellas los individuos. Por su parte el No-yo se halla representado por el mundo que impide la ejecución de la libertad. Ésta es la voluntad de la conciencia individual, que únicamente se manifiesta a través de la acción. Hay también una voluntad eterna a la que el individuo aspira idealmente o de la cual es imagen o reflejo. Volvemos otra vez, pues, a la noción de totalidad.
La concepción de individuo sin duda afecta a la visión del mundo exterior porque ahora todo es único y libre, o al menos pretende serlo, y
lo que más coadyuva a la libertad de la imaginación es la individualización de los objetos y la expresión figurada o impropia […] Al representar el género mediante un individuo y presentar un concepto universal en un caso particular, le quitamos a la fantasía las cadenas que le había puesto el entendimiento y le damos plenos poderes para mostrarse creadora.
Por lo tanto, el artista queda obligado a representar el ideal que habita frente a él hasta hacerlo propio, todo esto sin pensar en servir al resto de las personas ya que primero debe servirse a él.
Encontramos en Fichte los fundamentos románticos de ideal, libertad, individuo y naturaleza. Todos indispensables para el quehacer de los artistas pertenecientes al romanticismo, lo que resulta muy curioso porque Fichte, a pesar de su amistad con Goethe, nunca se sintió identificado con esta corriente, incluso se declaró su enemigo. Sin duda esta fue una actitud muy romántica de quien fue uno de los filósofos que más apoyaron al desarrollo del arte romántico.
miércoles, 24 de marzo de 2010
Sobre el romanticismo y J.G. Fichte
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